DECLARACIÓN DE CONFIANZA.
En ti, oh Jehová, he confiado; no sea yo
confundido jamás; Líbrame en tu justicia. Inclina a mi tu oído, líbrame pronto;
Sé tú mi roca fuerte, y fortaleza para salvarme. Porque tú eres mi roca y mi castillo;
por tú nombre me guiarás y me encaminarás. Sácame de la red que han escondido
para mí, Pues tú eres mi refugio. En tu mano encomiendo mi espíritu; Tú me has
redimido, oh Jehová, Dios de verdad. Aborrezco a los que esperan en vanidades
ilusorias; Mas yo en Jehová he esperado. Me gozaré y alegraré en tu
misericordia, Porque has visto mi aflicción; Has conocido mi alma en las
angustias. No me entregaste en mano del enemigo; Pusiste mis pies en lugar
espacioso. Ten misericordia de mí, oh Jehová, porque estoy en angustia; Se han
consumido de tristeza mis ojos, mi alma también y mi cuerpo. Porque mi vida se
va gastando de dolor, y mis años de suspirar; Se agotan mis fuerzas a causa de
mi iniquidad, y mis huesos se han consumido. De todos mis enemigos soy objeto de oprobio, Y de mis vecinos mucho más, y el horror de mis conocidos; Los que me ven fuera huyen de mí. He sido olvidado de su corazón como un
muerto; He venido a ser como un vaso quebrado. Porque oigo la calumnia de muchos;
El miedo me asalta por todas partes, Mientras
consultan juntos contra mí E idean quitarme
la vida. Mas yo en ti confío, oh Jehová; Digo tú eres mi Dios. En tu mano están mis tiempos; Líbrame de la mano de mis enemigos y de mis
perseguidores. Haz resplandecer tu rostro sobre tu siervo; Sálvame por tu
misericordia. No sea yo avergonzado, oh Jehová, ya que te he invocado; Sean
avergonzados los impíos, estén mudos en el Seol. Enmudezcan los labios
mentirosos, Que hablan contra el Justo cosas duras Con soberbia y menosprecio. ¡Cuán grande es tu bondad, que has guardado
para los que te temen, Que has mostrado
a los que esperan en ti, delante de los hijos de los hombres¡ En lo secreto
de tu presencia los esconderás de la conspiración del hombre; Los pondrás en un
tabernáculo a cubiertas de contención de lenguas. Bendito sea Jehová, porque ha
hecho maravillosa su misericordia para conmigo en ciudad fortificada. Decía yo
en mi premura: Cortado soy de delante de tus ojos; Pero tú oíste la voz de mis ruegos cuando a ti clamaba. Amad a Jehová, todos vosotros sus santos; A los fieles guarda Jehová, Y paga
abundantemente al que procede con soberbia. Esforzaos todos vosotros los que esperáis en Jehová, y
tome aliento vuestro corazón. Amén. Salmos capítulo 31.
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