NACIMIENTO
DE JESÚS
El nacimiento de
Jesucristo fue así: Estando desposada María su madre con José, antes que se juntasen,
se halló que había concebido el Espíritu Santo. José su marido, como era Justo,
y no quería informarla, quiso dejarla
secretamente Y pasando el en esto, he aquí un ángel del Señor le apareció en
sueños y le dijo: José, hijo de David, no temas recibir a María tu mujer,
porque lo que en ella es engendrado, del Espíritu Santo es. Y dará a luz un
hijo, y llamarás su nombre JESUS, Porque él salvará a su pueblo de sus pecados.
Todo esto aconteció para que se cumpliese lo dicho por Señor por medio del profeta,
cuando dijo: He aquí una virgen concebirá y dará a luz un hijo, Y llamarás su
nombre Emanuel, que traducido es: DIOS CON NOSOTROS. Y despertando José del
sueño, hizo como el ángel del Señor le había mandado, y recibió a su mujer.
Pero no la conoció hasta que dio a luz a su hijo primogénito; y le puso por
nombre Jesús.- Aconteció en aquellos días, que se promulgó un edicto de parte
de Augusto César, que todo el mundo fuese empadronado. Este primer censo se
hizo siendo Cirenio gobernador de Siria.
E iban todos para ser empadronados, cada uno a su ciudad. Y José subió de
Galilea, de la ciudad de Nazaret, a Judea, a la ciudad de David, que se llama
Belén, por cuanto era de la casa y familia de David; Para ser empadronado con
María su mujer, desposada con él, la cual estaba en cinta. Y aconteció que
estando ellos allí, se cumplieron los días de su alumbramiento. Y dio a luz a
su hijo primogénito, y lo envolvió en pañales, y lo acostó en un pesebre,
porque no había lugar para ellos en el mesón. Había pastores en la misma
región, que velaban y guardaban las vigilias de la noche sobre su rebaño. Y he
aquí, se les presentó un ángel del Señor, y la gloria del Señor los rodeo de resplandor; y tuvieron gran temor.
Pero el ángel les dijo: No temáis;
porque he aquí os doy nuevas de gran gozo, que será para todo el pueblo; que os
ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es Cristo el Señor. Esto os servirá de señal: hallaréis al niño
envuelto en pañales, acostado en un pesebre. Y repentinamente apareció con el
ángel una multitud de las huestes celestiales, que alababan a Dios, y decían:
¡Gloria a Dios en las alturas, Y en la tierra paz, buena voluntad para con los
hombres¡ Sucedió que cuando los ángeles se fueron de ellos al cielo, los
pastores se dijeron unos otros: Pasemos
, pues, hasta Belén, y veamos esto que ha sucedido, y que el Señor nos ha
manifestado. Vinieron, pues, apresuradamente, y hallaron a María y a José, y al
niño acostado en el pesebre. Y al verlo, dieron a conocer lo que se les había
dicho acerca del niño. Y todos los que oyeron, se maravillaron de lo que los
pastores les decían. Pero María guardaba todas estas cosas, meditándolas en su
corazón. Y volvieron los pastorees glorificando y alabando a Dios por todas
cosas que había oído y visto, como se les había dicho. Gloria sea dada a Dios y bendiciones. Amén.
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